
Hoy, día lluvioso pero soleado en el pueblo.
A lo lejos puede verse el horizonte, en el cual parece que el mar se acaba y que yo podría alcanzarlo, llegar volando hasta su fin, sueño que puedo, pero tan solo es eso, un sueño.
Hoy es un día normal, uno de esos días en los que piensas que nada nuevo va a ocurrir, uno de esos días en los que te asomas a la ventana esperando que una suave brisa te azote el cabello para así poder sentirte libre, en los que sales a la calle y lentamente caminas hacia el puerto, esperando llegar, sentarte en el muelle y observar el mar, escuchar el sonido de las olas y dejar que el tiempo pase muy lentamente.
Hoy, uno de esos días en los que esperas al anochecer para caminar solitario en medio del silencio hasta tu hogar y sentarte en un acogedor sillón con un cálido libro a la luz de una hoguera.
Día en el que esperas a la media noche para poder mirar a las estrellas tumbada en la hierba llena de rocío de los jardines del pueblo y dejas que el amanecer llegue, y ves como las estrellas desaparecen poco a poco a la vez que el sol va saliendo perezosamente, haciéndose un lugar en el cielo.
En ese momento sabes que ha empezado un día nuevo, igual que los demás en el que sueñas que te asomas por la ventana y una suave brisa te azota el cabello suavemente y sientes que ya eres libre...
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