
"De pequeña, cuando yo tendría más o menos tu edad, en el pueblo de mis abuelos había un parque cercano al riachuelo donde jugábamos mi amigo y yo y en el parque había dos columpios. En esos columpios he pasado mucha parte de mi infancia, solía ir todos los días a la misma hora para jugar con mi amigo.
Un día él trajo una cámara de usar y tirar que acababan de regalarle sus tíos y me hizo una foto subida en el columpio, me prometió que la iba a guardar siempre.
¿Sabes, cariño? En ese columpio descubrí al que sería mi mejor amigo para toda la vida, pero ahí aún no lo sabía.
Pasaron muchos años y mi amigo tuvo que mudarse del pueblo pero no me aviso, ni se despidió y en unos catorce años no supe nada de él.
Cada día yo volvía a ese columpio con la esperanza de verle algún día y preguntarle por qué se había ido sin avisar y contarle cuánto le había echado de menos.
Después de un tiempo dejé de ir. Ya no esperaba que él volviera, pero cada vez que pasaba por allí me acordaba de cuando yo era chiquita y jugaba allí con mi amigo.
Un día me volví a sentar en ese columpio y vi que en el columpio de al lado había un sobre con una carta dentro. La leí. Mi amigo me decía que me echaba mucho de menos y esperaba volver a verme pronto, que quería sentarse a mi lado en aquel columpio como cuando éramos niños.
Volvieron a pasar años y años y un día cuando caminaba hacia el prado y pasaba junto al parque vi a un hombre sentado allí. Tenía un pelo rubio reluciente y los ojos marrones castaños y soñadores, unos ojos que yo había visto antes, unos ojos que yo conocía.
Me acerqué a él y no tardé en reconocerle: mi amigo.
No pude estar con él demasiados días ya que enfermó al poco tiempo de regresar al pueblo y no mucho después, murió.
Pero antes de morir me enseñó la foto en la que yo salía subida en el columpio cuando era niña y me dijo que me quería.
Sus ojos se cerraron y derramaron una lágrima y su corazón paró de latir.
Ahora cada día voy a ese columpio y me imagino que soy una niña y que mi amigo está a mi lado y nos pasamos tardes enteras hablando..."